Edad: 75

Profesión: Sereno del faro, Inventor

Se mudo de mendoza a Buenos Aires cuando cumplio 15 años, a los 20 conoció a Amelia, poco tiempo después se casó con ella. Luego de ello consiguió trabajo en el faro por lo que estaba completamente aislado del resto de la sociedad.

 

Junto con Amelia buscaron tener hijos pero ese momento no llegaba, por lo que la frustración los llevó a inventar toda clase de artefactos y objetos, lo que los ayudaba a pensar que no estaban tan solos en el medio del río. Poco a poco comenzó a obsesionarse con la idea del tiempo, de volver al pasado y viajar hacia el futuro, pensando que en algún momento se hallara una cura para la esterilidad de su pareja. Cuando

 

Amelia logra quedar embarazada su obsesión merma, pero su afición a los inventos continua, entre ambos construyen varios aparatos que le hacen alcanzar la fama en la rivera de bichos raros, ya que desde la costa por las noches se veían rayos salir del faro. Cuando Amelia queda embarazada nuevamente comienza a enfermarse. La lejanía de un médico hace que cuando dé a luz prematuramente fallezca. Bruno queda dolido, ya que Amelia era su amada, y fiel compañera en todos sus proyectos.

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Su obsesión por la máquina del tiempo regresa, Bruno daría lo que sea por volver a ver sonreír y hablar con Amelia una vez más. Teniendo que criar a dos pequeños solo, se esfuerza al máximo para que la ausencia de su madre no se note. Poco a Poco va inculcandoles la pasión de ambos padres, los inventos.

 

Cuando estos sufren un accidente en la máquina del tiempo que el obsesivamente armó desde la muerte de Amelia queda consternado. Ve que lo mismo que alentaba las esperanzas de poder ver a quien mas amo, casi le quita sus más preciados tesoros. A pesar del severo accidente que ambos hijos sufren, su maña lleva a que los salve y repare con unas prótesis que él mismo inventó.

 

Pero el vínculo entre ambos hijos se rompió, lo que provocó que el quedara solo en el faro. Su única esperanza es que ellos vuelvan algun vez, pero año tras año pierde un poco de fe, una noche siente que está enfermando gravemente, y su obsesión por la máquina del tiempo regresa, quiere dejarles a sus hijos el mensaje, de que el tiempo no vuelve, lo único que queda cuando las cosas se van es el deseo de volver atrás y arreglar las cosas.

 

Con esa idea en la cabeza repara la máquina del tiempo, y grava en ella una frase, que amelia le decía siempre cuando ya no tenia mas esperanzas “no hay lugar como el hogar” ya que la familia lo es todo y cuando no queda nada, ese hogar siempre espera.

Muere sin saber si sus hijos lograron perdonarse, esperando que tal vez con su mensaje reparen lo que desde el accidente se rompió, ese hogar que él creó junto a Amelia.